"Quería que todos mis fans supieran que he luchado lesioando. No estaba al 100%, además fui al médico. Mi esternón estaba fracturado y el cartílago roto. Tuve esa lesión entrenando para Tim Boetsch. Tuve que permanecer seis semanas aparatado de los entrenos. Nunca debí haber luchado, pero no quería decepcionar a los fans de la UFC ", publicó.
En caso de que hubiese vencido a Boetsch, Lombardo podría haber sido el próximo retador por el título de peso medio en las manos de Anderson Silva desde 2006. Sin embargo, con los decepcionantes resultados y la derrota en una decisión unánime, el ex campeón del Bellator regresó al centro de la línea.


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