GSP recuerda bullying en la infancia y su trabajo como basurero en Canadá

"El no me impresionó cuando llegó como estudiante. Era un muchacho encima de la media, pero nada más. No tenía idea de qué hacer, pero carecía de refinamiento técnico. Él podría darse bien en los principiantes, pero en contra de los más experimentados tenía claras limitaciones" , dijo John.

Sin embargo, GSP llamó la atención de Danaher. Eso es porque todas las noches del viernes, el luchador aparecia para entrenar en el gimnasio. Para llegar allí, eran ocho horas en el autobús y dormía en un hotel barato, frecuentado por mochileros y mendigos.

Danaher recuerda que entrenaba todo el fin de semana con GSP. A veces, después de dar clases particulares, se encontraba con el atleta entrenando las mismas técnicas que habían practicado durante tres horas antes. "Cuando regresaba, estaba mucho mejor en las técnicas que se habían entrenado el fin de semana anterior. Eso me impresionó, desde ese momento, él era basurero y gastaba el tiempo y el dinero para entrenar", dice Danaher.
 
Esa no fue la única dificultad que enfrenta al actual campeón de peso welter de la UFC. Cuando todavía era un niño, GSP sufrió apodos y burlas de los amigos. Sin embargo, el luchador logró sacar algo bueno de todo esto, y no ser intimidado por los insultos provenientes de sus oponentes antes de las peleas."He sufrido acoso en la escuela. Estoy acostumbrado a luchar en estas reglas, este entorno es hostil. Cuando estoy en el borde, donde no puedo recular, lucho mejor", revela