La negativa de Ronda Rousey en dar la mano a Miesha Tate, quien finalizó en el UFC 168 en diciembre del año pasado, aún rinde asunto. La campeona de peso gallo, quien fue criticada por su actitud antideportiva, no muestra arrepentimiento y dice que la rival hiyo el gesto gesto motivada por la presencia de las cámaras.
"Fue una cosa inmediata, y la cosa que hay que hacer. Si hubiera estado pensado, podría haber cambiado de opinión, pero tomaría la decisión equivocada. Mantuve mi posición incluso en una situación delicada, me gustaría ser criticada por ello."
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